El surgimiento de una interesante camada de velocistas en las últimas temporadas del atletismo nacional revitalizó esa especialidad y estimuló, a la vez, que comience un trabajo para la formación de mejores equipos de relevos.
La Argentina podrá presentar a varios de esos equipos en los próximos Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, dando continuidad a dicho trabajo técnico.
En el caso de los hombres, ya movieron la tabla de récords nacionales y tendrán una nueva oportunidad con dichos Juegos.
Y en el caso de las damas, hay que recordar que la marca de la posta 4×100 es la más antigua entre todos los récords argentinos vigentes. Dicha marca de 44.90 fue lograda por un gran equipo que formaban Belkis Rosa Fava, Angela Godoy, Liliana Cragno y Beatriz Allocco al quedar en el quinto puesto de los Juegos Panamericanos de México, el 20 de octubre de 1975. Se trataba de una de las mejores generaciones de sprinters de nuestro país, ya habían ganado el Sudamericano de ese año en Rio de Janeiro y, en sus comienzos, también contaban con otra promisoria velocista, Irene Fitzner.
En el reciente Sudamericano de Sao Paulo, el equipo argentino consiguió una marca de 45.14 (terminó 4°), siendo así el que más se aproximó a dicho récord en el historial. Formó con Sofía Tamara Casetta, Belén Fritzsche, María Florencia Lamboglia y la recordwoman nacional individual María Victoria Woodward. Este equipo, que también ahora cuenta con Melanie Rosalez, está trabajando con vistas a los Juegos. Y viene de marcar 45.40 en el torneo de Rosario y 46.05, este domingo en el Semana del Mar.
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