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Este mes se cumple el 90° aniversario del debut, como maratonista, de nuestro primer campeón olímpico de atletismo y uno de los más grandes atletas del historial argentino: Juan Carlos Zabala.

El popular “Ñandú Criollo” ya era una de las principales figuras en carreras de fondo en Sudamérica –campeón y recordman en distancias que iban de 3.000 a 10 mil metros llanos- y tenía apenas veinte años, cuando su entrenador Alejandro Stirling organizó una gira europea. Aunque había discrepancias acerca de su fecha de nacimiento, se considera la más precisa el 21 de septiembre de 1911.

A principios de 1931, Zabala fue uno de los grandes protagonistas del Campeonato Sudamericano en la pista de Gimnasia y Esgrima, en Buenos Aires. Obtuvo el título de los 10 mil metros con 31m.19s.0, récord sudamericano, y llegó 2° en 5.000, detrás de José Ribas. Una semana después, en Montevideo, Zabala estableció el récord sudamericano de 3.000 metros con 8m.44s.2.

En el comienzo de la gira europea, que inició tras una larga travesía en el buque Marsilia, Zabala compitió en Alemania con aquella gloria del atletismo mundial, el finés Paavo Nurmi, quien se impuso en una carrera de 10 mil metros con 31m19s1, en tanto el argentino quedaba tercero con 31m44s8. A la semana siguiente, el 10 de octubre, Zabala estableció la marca mundial de los 30 mil metros en pista, en Viena, con 1h.42m.30s.4.

Y  el 28 de octubre de 1931, conquistó el Maratón de la Paz en Kosice (ciudad que hoy pertenece a Eslovaquia) donde marcó 2 horas, 33 minutos y 19 segundos. Fue su primer recorrido en esta mítica distancia, en una prueba que hoy es una de las más tradicionales del calendario internacional

Aquel triunfo de Zabala en Kosice fue épico, en durísimas condiciones climáticas de frío y niebla. Según recordó el sitio de la AIMS “la participación del joven Zabala había sido organizada en un hotel de Viena por su entrenador Stirling y Vojtech Bukovský, el fundador del maratón de Košice. Claramente convencido por el récord mundial de Zabala en la carrera de 30 km en Viena el 10 de octubre, Bukovský instó al sudamericano a comenzar en Kosice e hizo bien en convencerlo. Zabala no solo nunca había corrido un maratón antes, sino que el clima frío e inclemente lo hizo temblar como una hoja antes de la salida. La temperatura nunca llegó a los 6ºC ese día. Pero Zabala sorprendió a todos. Se instaló en un ritmo rápido, se deshizo de su oponente y se alejó casi 10 minutos del récord del circuito con un tiempo de 2:33:19, un récord que duró 19 años hasta la victoria del sueco Leandersson en 1950. Los escépticos pidieron a los organizadores que aprendan a controlar mejor el tiempo. Zabala los calló él mismo cuando ganó la medalla de oro en Los Ángeles el siguiente agosto en un nuevo récord olímpico de 2:31:36. En Kosice se decía que había tanta niebla que los árbitros en algunos lugares se preguntaban si Zabala se había perdido, ya que no podían creer que pudiera correr tan rápido. Corriendo desde el campo hasta la línea de meta, lo alcanzaron en coche unos 200 metros antes de la cinta de llegada. La estancia de Zabala en Košice, donde intentó batir el récord mundial en la carrera de una hora en una carrera organizada apresuradamente el 8 de noviembre, atestigua un ritmo de vida más tranquilo en aquellos tiempos. No lo logró, pero permaneció permanentemente en el corazón de la gente de Košice”.

         En el maratón de Kosice, Zabala terminó con una amplia ventaja sobre los húngaros József Galambos (2h.47m.56s) y József Gyetvay (2h.51m.52s.).

Fue, también, un anticipo de su gesta olímpica, que iba a concretar meses más tarde en Los Angeles (7 de agosto de 1932), cuando se llevó la medalla de oro.

Zabala también participó en los Juegos de Berlin (1936) obteniendo el sexto puesto en los 10 mil metros llanos y abandonando, esta vez, en maratón.

Konex de platino en 1980, el Ñandú Criollo falleció el 24 de enero de 1983 en la sala de guardia del Hospital Central de San Isidro, como consecuencia de un paro cardíaco. Dieciséis años después de su muerte y tras una encuesta entre especialistas –técnicos, ex atletas, directivos y perioditas-  la Confederación Argentina de Atletismo (CADA) lo nominó como Atleta del Siglo XX.

La gloria de Zabala fue heredada por Delfo Cabrera con su coronación en el maratón olímpico de Londres (1948) y por la medalla de plata de Reinaldo Gorno en Helsinki (1952), como las mayores gestas del atletismo argentino, en tanto Osvaldo Suárez logró el 9° puesto en el maratón olímpico de Roma, en 1960.

El maratón de Kosice se disputa desde 1924, es el más antiguo de Europa y actualmente tiene categoría “Silver Label” en el calendario de World Athletics. En su historial de ganadores figuran notables figuras del fondismo mundial como el bicampeón olímpico de maratón Abebe Bikila (Etiopía) –quien lo obtuvo en 1961-, el ruso Sergei Popov (1959) y el japonés Takeshih Soh (1982), entre otros. Hace pocas semanas, el 3 de octubre, se disputó la edición del 2021 de este maratón, con triunfo del keniata Reuben Kerio en 2h.07m.18s.

En el marco de sus homenajes a las glorias atléticas, y considerando a Zabala como el primer campeón olímpico de este deporte surgido de Sudamérica, la Federación Internacional (World Athletics)  programó para las próximas semanas una plaqueta especial que se instalará en una ciudad de nuestro país.