Fuente: CLARIN
El maratón -la distancia mítica del atletismo- también se ha convertido desde hace ya varias décadas en un fenómeno de participación popular. Y tanto para los corredores de punta (un puñado, profesionales) como para la amplia gama de aficionados constituye un desafío apasionante. Uno de sus momentos más emotivos es el previo, cuando miles de corredores esperan la señal de salida. Y otro, igualmente cálido, lo constituye cuando cada uno cumplió su objetivo y cruzó la meta. Era conmovedor ver el desfile de los que iban llegando, pasadas tres, cuatro o cinco horas de la salida, en el mismo punto: Figueroa Alcorta y Monroe. Allí el abrazo de familiares o amigos cerraba el ciclo completo: muchos, entre lágrimas, habían cumplido su sueño de correr los 42.195 metros por los barrios porteños…
Aquella señal de partida la había dado uno de los grandes atletas arentinos de las últimas décadas y ex ganador del Maratón de Buenos Aires, Mariano Mastromarino. Exactamente a las 7.00, cuando la temperatura alcanzaba los 16°C y también había una humedad del 70% (condiciones que no resultaron tan “ideales” para la velocidad de los corredores como, semanas antes, fuera el 21k).
No obstante, esta nueva edición de la prueba -incluida en el calendario de la Federación Internacional/World Athletics con la categoría de “Label Race”- volvió a ofrecer jerarquía entre las marcas de los atletas de punta como una elevada participación, confirmando su condición de la más veloz de Sudamérica y la más convocante. El cupo de inscriptos (sobre un número final de 8.854– se complementó por otro millar de corredores que decidió acompañar y participar igual. Era notable y entusiasta la presencia de corredores del interior del país, así como de los países vecinos: brasileños (como ya es habitual), uruguayos y chilenos, principalmente.
A tono con lo ocurrido en las ediciones anteriores (los años de prepandemia), atletas africanos de gran categoría marcaron el ritmo y dejaron su sello de calidad. Después de que sus compatriotas Victor Kplimo y John Kipkoech hicieran de “liebres” con un paso de 1h.02m.49s hasta la mitad del recorrido, Victor Kipchirchir se afirmó en la punta y confirmó su condición de favorito. Ex vencedor de otro maratón de prestigio como Valencia en 2017 en 2016, este hombre de 35 años apodado “Tyson” por sus compañeros, logró ayer la mejor marca de su vida -y una delas mejores en territorio argentino- con 2h.07m.03s. También su escolta, Edwin Kibet Kiptoo, hizo su registro personal con 2h09m29s y Kiplimo, cumplida su tarea de “liebre” siguió hasta el final para llegar al podio en 2h11m41s. El cuarto puesto fue para el chileno Hugo Catrileo con 2h13m44s y el quinto, para otro keniata, debutante, Philemon Kibet con 2h14m16s.
A continuación fue el turno de los argentinos. Y con sorpresas. El olímpico y mundialista Eulalio Muñoz también había salido con un ritmo fuerte, pero sintió el esfuerzo y declinó a partir del km. 25 (terminó 11° en 2h 21m.03s. En cambio, otros corredores marcharon en grupo a la búsqueda de marcas antes de decidir al final y el premio fue que consiguieron sus mejores actuaciones: José Félix Sánchez en el 6° puesto con 2h.16m.50s, seguido por Martín Méndez en 2h17m.17s, Miguel Maza en 2h17m.30s y David Rodríguez en 2h18m32s.La ovación del público -luego del aliento que todos recibían a lo largo del recorrido por los barrios de la Ciudad- premió aquel esfuerzo y aquella progresión.
También las africanas coparon los primeros lugares entre las damas. La keniata Rodah Jepkorir venció con 2h26m53s, repitiendo su halago del 2019, cuando estableciera la marca del circuito (2h.25m.46s). La etíope Kasu Lemeneh quedó segunda con 2h.28m.00s, delante de la keniata Sharon Cherop (ex medallista mundial y ganadora del maratón de Boston) quien marcó 2h.28m.56s, con Emily Chebet cuarta en 2h.29m.50s. La mejor argentina fue una debutante en la distancia y revelación de la temporada, Xoana Zurita, quien terminó 5a. en la clasificación general con 2h.46m.47s. _También fueron muy aplaudidos los participantes en distintas categorías especiales. En silla de ruedas venció el colombiano Luis Sanclemente, seguido por el uruguayo Eduardo Dutra (son dos de los mejores especialistas de la región) y entre las damas, lo hizo la argentina Lucía Montenegro.
Entre las argentinsa, luego de Zurita figuró Luisa del Carmen Páezen el octavo puesto con 2h54m33s, mientras que Marianela Balinotti fue 9a. con 2h55m04s y Virginia Gález, 10a. con 2h56m16s.
Nuevamente, se desplegó un intenso operativo de control sanitario para la cobertura de los corredores. En total, se atendieron a 96 personas en los distintos puestos y, cuatro de ellas, fueron trasladadas al Hospital Fernández al requerir mayor atención. En su mayoría, fueron por temas de deshidratación.
Después de su salida desde el barrio de Núñez, la prueba pasó por Belgrano y Palermo antes de llegar a la zona céntrica y al sur de la Ciudad, donde se emprendió el regreso. El circuito tuvo algunas modificaciones en su zona media respecto al que se utilizaba en los últimos años debido a las obras sobre Paseo Colón. Fue medido y certificado por los especialistas de World Athletics para la homologación de las marcas.
Más de un millar de voluntarios participaron en las distintas tareas de logística, aprovisionamiento, organización y seguridad. Allí se contó con la cooperación de la Policía porteña, que recibió la “felicitación” del ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, por la tarea.
Con Telecom como main sponsor, el maratón organizado por la Asociación de Carreras y Maratones Ñandú contó con el auspicio de Adidas (sponsor deportivo), Turkish, el Gobierno de la Ciudad y Gatorade/Eco (hidratación). También, Toyota, Clarín y Banco Ciudad. Y_además auspiciaron Acuve, Arcor, Emergencias, Ena,_FotoRun, Granix, Instituto Asegurador Mercantil, Kynet, Sheraton Hotel, Tropical y Visit BA.
Diego Dadin fue el director técnico general -designado por W.A. y la CADA- mientras que grandes figuras del atletismo nacional estuvieron entregando las medallas a los «finishers»: Mariano Mastromarino, Domingo Amaison, Leonardo Malgor, Iris Fernández, Jorge Yeber, María de los Angeles Peralta y Toribio Gutiérrez.