Los fondistas de Kenia volvieron a ratificar su supremacía en el Maratón Internacional de la Ciudad de Buenos Aires, disputado este domingo 24 de septiembre con una cifra récord de 12 mil participantes en la zona de largada y con nuevos récords en el sector femenino.
Cornelus Kibet Kiplagat y su compañero de equipo, el ex subcampeón olímpico de 10 mil metros Paul Kipngetich Tanui, consiguieron desprenderse en los últimos tramos de otro keniata, Robert Kimutai Ngeno, quien había llevado la iniciativa hasta entonces, para concretar el 1-2 en esta prueba.
Kibet, quien aparecía como favorito tras su antecedente de 2:08:02 en febrero pasado en Valencia, fue el triunfador con 2:08.29, quedando Tanui en el segundo puesto con 2:09.57 y Ngeno, tercero con 2:10:16. El récord del circuito está en poder de otro keniata, Evans Chebet, quien venció en 2019 con 2:05:00 para convertirse desde entonces en una primera figura mundial.
Ngeno impuso un ritmo de 4:16 al paso de los 15 km y 1:03.22 a la mitad de la carrera, doknde llevaba una ventaja de medio minuto, que inclusive consiguió estirar hasta casi un minuto en el km. 30 (o pasó en 1:29:45). Allí comenzó la reacción de la dupla de Cornelus y Tanui, quienes le alcanzaron en el 32 y posteriormente lo desbordaron.
En damas, también las keniatas protagonizaron una fuerte lucha por la punta. Y allí Rodah Jepkorir Tanui -quien ya había triunfado en Buenos Aires en sus presentaciones anteriores de 2019 y 2022- logró su tercera victoria con 2:24:52, tras cerrada lucha con Sharon Jemutai Cherop (ex medallista mundial y ganadora del Boston Marathon), quien llegó ahora a cuatro segundos, en su mejor actuación en tierras argentinas. Pamela Jepkosgei Rotich, quien había liderado junto a ellas hasta casi el kilómetro 30, completó el podio con 2:27:37.
La marca de Rodah representa el nuevo récord del circuito, mejorando las 2h25m46s de hace cuatro años.
Esta competencia, incluida en el calendario de World Athletics con la categoría de «Label Race» confirmó a Buenos Aires como el circuito más veloz de Latinoamérica, por su alto standard de calidad técnica. Dicho circuito tuvo un nuevo diseño, con largada en la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego, donde también estuvo el punto de llegada. Se corrió con una temperatura casi ideal –entre 11°C en la largada y un máximo de 17°C- mientras que el viento en contra afectó un largo tramo entre la zona norte y la llegada hasta el Centro, a través de unos 10 km. y posteriormente en la zona vecina al puerto.
Y atrajo a la cifra récord de 12 mil participantes, de los cuales 3.000 provenían del extranjero (la mitad de ellos, brasileños) también con importante participación de chilenos, uruguayos, peruanos y colombianos.
Con la organización de la Asociación Ñandú y la fiscalización de la Confederacióin Argentina de Atletismo y la Federación Atlética Metropolitana, el «starter» e invitado oficial en esta oportunidad fue una leyenda del atletismo mundial, el estadounidense Frank Shorter, campeón olímpico del maratón en Munich 1972 y subcampeón en Montreal 1976. Shorter fue posteriormente homenajeado en la zona de premiación, donde también se rindió tributo a Delfo Cabrera, al cumplirse el 75° aniversario de su histórico triunfo -el segundo argentino y último hasta hoy- en el maratón de los Juegos Olímpicos de Londres.
El fervor que ya es habitual en los corredores de estas citas de Buenos Aires, y que había producido una edición histórica del reciente 21k en la ciudad con primer nivel mundial, se trasladó ahora a los maratonistas, que cubrieron -con sus distintos objetivos y sus particulares historias- un recorrido por barrios que abarcaban Núñez, Belgrano, Palermo, Norte, la zona céntrica, la Boca, Puerto Madero y el regreso hacia el punto de partida. Y numeroso público los fue alentado a su paso, dando conmovedor testimonio del crecimiento de la actividad atlética y de apoyo al esfuerzo de cada uno. La prueba atravesó sitios emblemáticos de Buenos Aires, en una síntesis histórica y cultural que atrajo a los visitantes, quienes también recibieron -a lo largo del recorrido- los distintos ritmos musicales, desde el rock hasta el tango, para acompañar su entrega.
Como también es habitual en el atletismo de fondo, los atletas africanos coparon los primeros lugares. En este caso, los seis primeros ya que detrás de Kiplagat, Tanui y Ngeno llegaron el keniata Edwin Kibet Kiptoo (cuarto con 2:10:21), el etíope Fikadu Kebebe Debele (5° con 2:12:52) y otro keniata, Samwel Ekai Kiptoo (6° con 2:14:09). El peruano Daverso Ramos, 7° con 2:14:25 fue el mejor entre los latinoamericanos.
Y enseguida fueron llegaron los mejores argentinos, que también se habían lucido en la edición del año pasado. David Rodríguez, procedente de Comodoro Rivadavia, logró el 8° puesto en la general y fue el más rápido entre los locales con 2:17:23. Los otros entre los mejores argentinos fueron el jujeño Miguel Héctor Maza (9° en la general con 2:18:07), José Félix Sánchez (11° con 2:21:34) y enseguida, dos debutantes: el santiagueño Pablo Toledo (12° con 2:21:43) y el salteño Esteban Angulo (13° con 2:22:48). Otros argentinos destacados fueron Martín Méndez (16 con 2:25:03), Lucas Bagaloni (17 con 2:26:45), SEbastián Irusta (18 con 2:27:22), Gearrdo Haro (19 con 2:27:24), Sebastián Balmaceda (20 con 2:27:30), Sergio Hoffman (21 con 2:27:57), el «Gaucho» Lucas Báez (22 con 2:28:00), Alan Niestroj (23 con 2:28:13) y Federico Santibáñez (24 con 2:29:07).
También en damas, las africanas ocuparon los seis primeros lugares, con las etíopes Aamamal Birara Tagel (4a en 2:28:09), Tigist Bikila Deme (5a con 2:30:37) y Askale Alemayehu Adula (6a en 2:35:05). A continuación se ubicaron las mejores argentinas: María Luján Urrutia (7a con 2:45:44), la revelación María del Carmen Argüello (8a con 2:46:36) y Natacha Castaño (9a con 2:49:12). Otras argentinas que corrieron por debajo de tres horas fueron Karina Fuentealba (13 con 2:53:28), Luisa Páez (15 con 2:54:39), Nelsa VAlenzuela (20 con 2:57:08), Mariana Cano (22 con 2:58:31), y Luciana Verónica Lucero (23 con 2:58:59).
Todos los participantes recibieron su medalla-finisher, que surgió del concurso de diseño entre los alumnos de la Escuela Técnica Raggio, logrado por Nicora Biondi, con homenaje a nuestros campeones mundiales de fútbol y a los lugares icónicos de la ciudad. Figuras históricas del atletismo -el propio Shorter, Mariela Ortiz, María Peralta y Toribio Gutiérrez- fueron premiado a los participantes a su llegada, en tanto Alejandro Maldonado lo hizo con los atletas en las categorías con capacidades especiales.
Allí vencieron Gabriel Sosa (1:53:32) y Norma Ramos (3:55:24) en silla de ruedas, Walter Alvarez en disminuidos visuales B-1 con 3:33:20, Alejandro Zaibac (3:17:14) y la brasileña Edineusa de Jesús Santos (3:05:04) en disminuidos visuales B-2/3.
Telecom fue el main sponsor de la prueba y Adidas, el sponsor de indumentaria. También auspiciaron Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Gatorade-Eco de los Andes (hidratación) y Clarín, junto a: Arcor, Banco Ciudad, Bee Power, Emergencias, ENA, Ford, FotoRun, Granix, Integra, Instituto Asegurador Mercantil, Kynet, Richmond, OSBA y Tropical.
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