Seleccionar página

Con profundo pesar, la Confederación Argentina de Atletismo informa que este 7 de agosto, a los 75 años, falleció en Mar del Plata el Dr. Jorge De la Canale. Fue uno de los más importantes directivos e impulsores del atletismo en nuestro país y uno de los pilares en la realización de los Juegos Deportivos Panamericanos de 1995 en esa ciudad –“su” ciudad-, que legaron importantes obras de infraestructura para las siguientes generaciones. Presidió la asociación local y la federación bonaerense de atletismo, fue vicepresidente de CADA e integrante de distintos paneles en la IAAF (hoy WA), además de un constante “motor” de nuestra actividad. Así Mar del Plata se convirtió en uno de los “corazones” del atletismo argentino, sede también de importantes eventos como el Campeonato Iberoamericano de 1994, el Campeonato Sudamericano de 1997 y numerosos Nacionales. De la Canale también encabezó como directivo las delegaciones del atletismo argentino en competencias internacionales.

                En este instante de dolor, con el luminoso recuerdo de su obra y de todo lo que significó para la comunidad atlética, nuestra Confederación transmite sus sentimientos de solidaridad con su familia y todos quienes tantos acompañaron su fecunda obra.

                Como el mejor homenaje, presentamos aquí el testimonio de otro importante directivo del atletismo marplatense y nacional, Rubén Aguilera, quien junto a De la Canale recorrió ese mismo y hermoso camino durante tantos años.

POR RUBEN AGUILERA

La triste noticia me llegó hace minutos a través de su familia. Se fue de este mundo Jorge Luis De la Canale. Un grande del deporte y de la vida con el cual compartimos tantas cosas. Siento un profundo dolor. A cierta edad comienza el desfile de amigos entrañables que nos acompañaron en tantos buenos y malos momentos.

Los ojos se me empañan y por mi mente pasan tantas escenas perennes vividas en más de medio siglo de compartir emprendimientos y sueños. Aun no lo puedo creer y mis manos se niegan a deslizarse por el teclado.

Por eso voy a despedirlo con dos notas que en su momento escribí sobre él que creo hablan por si solas de lo que fue su accionar en el deporte.

Una de ellas fue cuando dejó después de muchos años la Federación Marplatense de Atletismo:

“Los hombres pasan y las instituciones quedan al igual que sus obras. Hace pocos días el doctor Jorge Luis De la Canale dejó de ser el presidente de la Federación Marplatense de Atletismo. Fue el punto final de una larga y fecunda trayectoria en la entidad madre que rige el deporte atlético federado en la ciudad. Con su decisión marcó el final de una época que fue brillante no sólo para la actividad atlética sino para todo el deporte local.

El tiempo inexorablemente va desdibujando y borrando los recuerdos como la estela de una embarcación en el mar. Con las personas y los sucesos acontecidos pasa lo mismo y sólo unos pocos quedan marcados a fuego en la historia y en la memoria colectiva de la comunidad.

Las nuevas generaciones no conocen la magnitud de la labor de este convecino que posibilitó junto a otros pioneros la concreción del mayor suceso deportivo y social que vivió la ciudad en su historia: los Juegos Deportivos Panamericanos de 1995.

Para muchos el Polideportivo “Islas Malvinas”, el Velódromo “Julio Polet”, el Natatorio “Alberto Zorrilla”, el estadio “Justo Román”, el escenario central del hockey, siempre estuvieron allí y forman parte de la escenografía con la cual nacieron y se criaron. Cómo explicarles que todos ellos, y algunas cosas más, fueron el legado de esa dirigencia marplatense entre la cual la atlética tuvo carácter fundacional.

Este fin de semana en Santa Fe, en la sede de la Confederación Argentina de Atletismo, durante la Asamblea anual ordinaria del organismo, las federaciones afiliadas le brindaron a De la Canale un emotivo reconocimiento a su largo camino en el deporte.

Unas semanas antes en nuestra ciudad, bajo la lluvia que acompañó la realización del Campeonato Nacional Sub 20, la Federación Marplatense de Atletismo le había realizado un homenaje similar al hombre que junto a don Justo Ernesto Román constituyen los dos grandes pilares directivos que ha tenido esta entidad fundada en 1945.

De la Canale nació el 18 de diciembre de 1946, hijo de un albañil del que aprendió la cultura del trabajo y que tenía muy claro las posibilidades de ascenso social de sus hijos a través de esa herramienta fundamental que es la educación y el estudio.

La cercanía del hogar con el Parque Municipal de los Deportes lo llevó en los años ’60 a contactarse con el atletismo, en la pista interna de césped del viejo velódromo. Fue de la mano del recordado entrenador Andrés Albornos, en el equipo del club General Mitre, con el cual se allegó a su lugar en el mundo.

Ya alejado de la actividad, donde logró varios títulos de campeón local y universitario, en 1975 cuando el profesor Román pasó a presidir la Federación Provincial, De la Canale asumió la presidencia de la Federación Marplatense. En ese cargo ejecutivo se mantuvo hasta hace pocos días atrás. También se desempeñó como vicepresidente 1º de la Confederación Argentina de Atletismo.

Además ha sido vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Atletismo. Se recuerda que Mar del Plata organizó los campeonatos de 1994, cuando se inauguró la primera pista sintética. Asimismo, fue miembro en distintos momentos de los comités de marcha y de veteranos de la IAAF e integrante del panel de jueces internacionales de marcha atlética.

Pero su mayor satisfacción, sin dudas, fue por su labor preponderante en la obtención de la sede y luego en la realización de los Juegos Panamericanos de 1995. Un proceso de casi una década en el que fue uno de los gestores fundamentales de este logro.

En ellos estuvo desde el primer momento, cuando se peleó por la candidatura, primero nacional y luego en la Odepa. Aquí no puede dejarse pasar la gesta de Barbados con aquel “grupo de los 5” que integraron el intendente Angel Roig, Juan Carlos Derosa, Elgard Ruberto y Rubén Aguilera, quienes dejaron la impronta en la Asamblea de la entidad que presidía Mario Vázquez Raña, logrando el reconocimiento para Mar del Plata que abrió las puertas a la designación definitiva.

En la evolución de la organización de los Juegos fue integrante del Comité Ejecutivo del Copan ’95 y un miembro ilustre de una “generación dorada” que soñó los Juegos en el lejano 1986 e hizo realidad en 1995: el mayor suceso vivido por nuestra ciudad.

De la Canale también integró la comisión que buscó la sede para Buenos Aires de los Juegos Olímpicos de 2004. Una búsqueda donde la capital argentina quedó entre las finalistas con un proyecto de “corredor olímpico” que aún hoy el presidente del COI, Thomas Bach, sigue reivindicando como excelente.

En su prolongado itinerario, la Confederación Sudamericana de Atletismo le confirió en 1984 la condecoración de Caballero del deporte sudamericano. En 1994 recibió del Círculo de Periodistas Deportivos de Mar del Plata el “Lobo de mar al deporte y la cultura”. En 2000, el Instituto Superior Deportea le entregó el premio “Al maestro con cariño”. La Federación Internacional de Atletismo, en 2005, le concedió el reconocimiento como “Veterano de la IAAF”, y en 2006 recibió el premio Barón Pierre de Coubertin, el Nobel del atletismo nacional, como dirigente.

Por todo esto el nombre de Jorge Luis De la Canale está grabado por siempre con la huella y el sello reservado a los más grandes dirigentes deportivos que ha dado la ciudad. Una verdadera misión cumplida muy difícil de igualar, a la que dejó atrás, por decisión propia, para ingresar en la historia y en la leyenda del deporte local.

Este año la Federación Marplatense honró con su nombre uno de sus torneos. En aquella ocasión escribí:

“El certamen del día sábado de la Federación Marplatense de Atletismo llevará el nombre de Jorge Luis De la Canale, un grande de la dirigencia deportiva de nuestra ciudad.

Es para mí más que un amigo, un hermano del deporte. Junto a don Justo Ernesto Román los más grandes directivos que tuvo este deporte y un prócer de la ciudad con proyección internacional.

Transitamos por el deporte como medio siglo y por el mismo rumbo. El desde la Federación Marplatense y en mi caso por la Federación Provincial y como toda buena familia que se precie tuvimos nuestras diferencias. Después de todo nuestro benemérito Fernando Rodríguez Facal decía que había que pelearse para que las cosas salieran bien.

A esta edad por la cual transitamos siempre pensé que estaríamos compartiendo un café, un almuerzo, un acontecimiento deportivo bien ganados por tantos años entregados al deporte. O planificando alguna cosa rara que saliera de lo común. El destino, su salud, no lo ha querido, y duele mucho.

Durante décadas lo dio todo, sólo nuestras esposas –Negrita y Marta- y nosotros sabemos lo que debimos soportar en aquellos duros momentos donde el poder político intentaba avasallarlo todo.

Fuimos como de la familia, ambos asistimos a los casamientos de nuestros hijos, y cuantas veces nos llamamos por teléfono a las horas más infrecuentes para darnos fuerzas para seguir la lucha.

Un día me regaló una lámina que hablaba del éxito. Muchas veces la he tenido presente en mi vida. Y no me quedan dudas de que Jorge conquistó el éxito de saber que por donde pasó todo estaba mejor que cuando llegó.

Tu figura, con tu pipa que parecía parte de tu cuerpo, el maletín, aquél libro que no dejabas por nada del mundo y guardaba un secreto, eran parte indisoluble de tu personalidad como el reloj de cadena del inolvidable Juan Carlos Derosa que fue nuestro amigo y sostén de la causa panamericana.

Me viene a la memoria nuestro viaje a Saint Leonard, Canadá en 1986 cuando retornamos trayendo la organización de la Copa Panamericana de la marcha de 1988, primer ensayo de lo que serían los Juegos Panamericanos de 95.Que decir de Barbados 1986 cuando fuimos parte del grupo de los cinco quijotes que protagonizamos uno de los renunciamientos más históricos en el devenir del movimiento olímpico, el que posibilitaría ser anfitriones en los Panamericanos 95.

O aquellos momentos en Sevilla 92 y Stuttgart 93 cuando promocionamos los Iberoamericanos del 94 y nos dimos el lujo de lograr, con el apoyo de Alberto Juantorena, la incorporación de las pruebas de martillo y triple femeninos, un hecho que significo para la primera de estas especialidades su realización por primera vez en los grandes eventos internacionales.

De la Canale un grande entre los grandes de tu tiempo. Durante cuatro décadas compartimos junto a dirigentes, técnicos y jueces aquellas inolvidables jornadas de los torneos Semana del Mar y la entrega de los trofeos Pierre de Coubertin que tienen entre sus galardonados a Juan Carlos Zabala, Delfo Cabrera, Noemí Simonetto, Reinaldo Gorno y siguen las firmas.

Jorge fue uno de los principales gestores de los Juegos Deportivos Panamericanos junto a una generación inolvidable de dirigentes de todos los deportes.

Somos los que conocieron todas las pìstas que hubo en Mar del Plata, desde la anterior a la del velódromo, aquella otra de césped dentro del aro peraltado de 342 m, la de carbonilla de 400 y la de solado sintético.

Por todo ello sabemos lo que fue la administración de este deporte a lo largo del tiempo. El respetado “Mudo” fue principalísimo responsable de contar con las instalaciones que hoy se gozan. El gran legado de una generación.

Que el torneo de esta semana lleve su nombre es un reconocimiento como lo fue el de 2000 cuando un nacional llevó tu nombre. El deporte de la ciudad le debe mucho”.

Descansa en paz amigo del deporte y de la vida. Guardaré siempre en mi corazón tantos gratos momentos vividos. Los escenarios de los Juegos Panamericanos están en gran parte por lo que hiciste por ellos. En lo personal atesoraré tu amistad incondicional y una de tus pipas inolvidables que forman parte de mis tesoros.