Las actuaciones cumplidas por Elián Larregina en los últimos tiempos, desde sus medallas de oro en el Sudamericano u23 de Cascavel y en los Odesur de Asunción, así como la evolución que estableció para el récord nacional –que colocó en 45.34 recientemente en Koortrijk, Bélgica- lo han catapultado a un primer plano en el atletismo argentino, como una de las figuras centrales. Y justamente en una especialidad tan dura como la de 400 metros llanos, donde nuestro atletismo tuvo escasa figuración desde hace varias décadas. Superando algunas dificultades (unas líneas de fiebre en la noche previa, una clasificación complicada en semis, el andarivel 1 en la carrera decisiva), Larregina produjo una muy buena actuación para alzarse con la medalla de plata en este Campeonato Sudamericano, en la jornada vespertina del sábado 29 de julio. Escoltó nada menos que al subcampeón olímpico de Tokio 2021 y recordman sudamericano, el colombiano Anthony José Zambrano, quien está concretando su retorno a los primeros planos. Dejó atrás a fuertes rivales y, además, fue muy bien secundado por Pedro Emmert, cuyos 46.61 de las eliminatorias lo ubican entre los cinco mejores atletas del historial argentino. En la carrera decisiva, Emmert quedó séptimo.
La primera serie tuvo un protagonista excluyente: el brasileño Lucas da Silva Carvalho. Reciente vencedor del Trofeo Brasil en Cuiabá con 45.10, ahora Lucas desplegó todo su potencial en las eliminatorias, corriendo en 44.79 que le dieron el pasaporte al Mundial de Budapest y lo ubican entre los mejores “cuatrocientistas” del historial de la región. Además, barrió con el record de campeonato que su compatriota y ex subcampeón mundial Sanderlei Parrela mantenía desde hace veintidós años (45.11). Zambrano quedó segundo en esa serie, asegurándose su clasificación en 46.49 y Emmert, tercero con 46.61. En la otra eliminatoria también venció un brasileño, en este caso el más joven Maxsuel dos Santos Santana, quien empleó 46.53: es el hijo de uno de los más grandes maratonistas de su país y medallista mundial, el admirado y recientemente fallecido Luiz Antonio dos Santos. Junto a Maxsuel avanzaron a la carrera decisiva el venezolano Kelvis Padrino (46.56), el colombiano Jhon Alejandro Perlaza (46.57) y Larregina (46.98), con algún apremio.
“Me tocó entonces el andarivel 1 y la verdad, no es tan cómodo. Además de que no tengo una buena perspectiva de los rivales, me obliga a un mayor esfuerzo muscular, sobre todo en las curvas”, contó Larregina. Zambrano impuso un ritmo feroz y entró
en la recta final con una clara ventaja. Pero Larregina, a partir de los 200 metros, comenzaba a acelerar. Aún entre la cuarta y quinta ubicación en el ingreso a la última recta, de allí en más sería todo a puro corazón. Y así ocurrió: fue conmovedor su entrega en ese tramo decisivo, se jugó entero para pelear la medalla. Y la consiguió.
El colombiano retuvo su corona sudamericana y su condición de favorito en 45.52, Larregina fue subcampeón en 45.63 y Perlaza se llevó el bronce en 45.86. Luego se ubicaron los venezolanos Padrino con 46.06 y Gómez con 46.89, Maxsuel sexto en 47.04 y Emmert, séptimo con 47.50. Lucas da Silva Carvalho, evidentemente desgastado por su marcón de la serie, cerró ahora las posiciones con 47.64.
Los 400 metros constituyen una prueba que los argentinos sólo ganaron cuatro veces en el historial y la última de ellas, en 1969 a través del recordado “Pelusa” Calonje. Desde entonces, solamente un atleta de nuestro país –Gustavo Aguirre en 1997 y 2005- consiguió llegar al podio, las dos veces con medallas de bronce. Larregina ya dio un paso más, además de conducir el récord nacional a nuevos niveles. Y por su potencial y juventud, todavía tiene para mucho más.
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