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Por LUCIANA ARANGUIZ / Diario Clarín

Cuando Florencia Borelli se ubicó en la línea de largada de la 36ª edición del Maratón de Buenos Aires estaba ante un territorio poco conocido. La marplatense tenía solo una experiencia previa en los 42,195 kilómetros, hace casi una década y cuando recién comenzaba a dar sus primeros pasos en la categoría mayores. Tal vez por eso y porque había preparado su participación en la carrera del domingo en apenas cuatro semanas, Leonardo Malgor su entrenador de toda la vida, aventuró que su pupila completaría la prueba en dos horas y 38 minutos. Pero ella vio ese pronóstico como un desafío. No solo marcó casi seis minutos menos que ese tiempo, sino que se subió a lo más alto del podio con la cuarta mejor marca nacional de la historia.

«Lo tenía que mandar al frente», le dijo entre risas a Clarín la marplatense, que hizo pública esa predicción de su coach en sus redes sociales. «La verdad, hasta el kilómetro 28 iba pensando que quería demostrarle que estaba equivocado. Después me enfoqué en mantener el ritmo, porque dije ‘Si me muero acá, le voy a dar la razón’«.

Así es Florencia Borelli. Una fondista talentosa, autoexigente como pocas, con una capacidad extraordinaria para sacar su mejor rendimiento en las situaciones más duras y una fortaleza mental nata, que se potenció con el nacimiento de su hijo Milo hace poco más de seis años. Una atleta diferente, que el fin de semana, en las calles de la capital argentina, dio el primer paso en el camino rumbo a París 2024, donde sueña con tener su debut olímpico en la prueba más importante de su deporte.

La marplatense, que entrena con Malgor desde los 9 años junto a su hermana melliza Mariana, vigente campeona nacional en 1.500 metros, contó por qué se decidió a correr la tradicional prueba porteña.

«Sentimos que se había cumplido un ciclo. Ese año quedé muy cerca, a dos lugares, de conseguir la clasificación a Tokio 2020 en los 5 mil metros. Fue muy duro el golpe de quedar tan cerquita, pero ya pasó. Todo ese tiempo en pista me ayudó y me formó como atleta, pero que era el momento de un cambio. De empezar a correr algún maratón y buscar nuevos desafíos», explicó la dueña de los récords argentinos de 3 mil y 5 mil metros y de medio maratón.

Florencia Borelli ganó el Maratón de Buenos Aires 2021. Foto Prensa CADA

Florencia irrumpió en el escenario internacional en 2013. Un año después de aquella primera participación en un la distancia más larga (ganó los 42K de Mar del Plata 2012 con 3h04s17), sorprendió al coronarse en los 21 kilómetros en San Francisco, a días de cumplir los 21 años y al superar a un pelotón de corredoras mucho más experimentadas que ella. Tras esa victoria, comenzó a soñar con disputar la prueba madre del atletismo en una cita olímpica. Pero sabía que aún no era su momento.

Planificadora meticulosa, Borelli no se apuró, fue paso a paso y se convirtió en una de las mejores fondistas del país. No importó que en 2015, la vida la sorprendiera con la llegada de Milo y la obligara a reinventarse como atleta a los 22 años, luego de transformarse en mamá. Es más, ella misma admitió que eso la hizo darse cuenta de su propia fortaleza.

«El parto fue duro. Después de todo eso, nada de lo que me toque vivir es sufrimiento», contó en una nota con este diario hace un par de años, tras coronarse campeona sudamericana en los 5 mil metros en Lima, Perú.

«Ser madre te potencia un montón. Milo me hizo madurar y tomarme muy en serio mi trabajo de atleta. Pero también me enseñó a disfrutar de las competencias. Antes no lo hacía porque soy muy exigente. Hoy sé que si lo diste todo al intentarlo, está bien. Y que puede salir mal, porque no somos infalibles. Nunca vi a la maternidad como algo que me frenara. Es espectacular», agregó.

Florencia Borelli y su hijo Milo. Foto Instagram @flooborelli

Su regreso a la competencia fue con todo. En noviembre de 2015, apenas ocho meses después de dar a luz, ganó el Medio Maratón de Mar del Plata con 1h15m25 y no paró más. Uno de sus triunfos más notables en esa distancia se dio en Buenos Aires en 2017, cuando superó a las favoritas africanas y estableció el récord argentino, que mejoró el año pasado durante el Mundial de Gdynia, con 1h10m30.

En las pistas también brilló. En este 2021, por ejemplo, estableció dos nuevos récords argentinos. En abril, corrió los 3 mil en 9m08s84, en un torneo en Mar del Plata. Y en mayo, en esa misma ciudad, cronometró 15m33s71 en los 5 mil. Unas semanas más tarde, volvió a subirse a un podio sudamericano al colgarse la medalla de plata en esa segunda distancia en el certamen que se disputó en Guayaquil, Ecuador.

Esas grandes actuaciones, sin embargo, no le alcanzaron para clasificarse a los Juegos Olímpicos de Tokio en la prueba más larga. Y tras cerrar su temporada en las pistas, Borelli decidió que era la hora de apuntar a un nuevo desafío.

Una preparación fugaz y un triunfo inesperado

«Con Leo decidimos correr en Buenos Aires hace pocas semanas. Mi etapa en pista me dio un plus, más herramientas para enfrentar estas distancias. Pero el entrenamiento y la exigencia son diferentes para un maratón. La verdad, fue más dura la preparación que la carrera. Me costó mucho adaptarme a los kilómetros semanas que me pedía Leo, creí que iba a ser más leve. Por eso también, me sorprendió llegar tan entera», analizó.

El mensaje de Florencia Borelli en Instagram tras ganar el Maratón de Buenos Aires 2021.

Y agregó: «Fue prácticamente un debut, porque había corrido hace diez años una carrera sin un tiempo como objetivo, era más chica e iba más relajada. Fue como salir a conocer otra vez la distancia. En los últimos seis o siete kilómetros, sentí algo parecido a lo de aquella prueba en Mar del Plata. Quería llegar y era más que nada aguantar, porque las piernas también dejan de responder».

Borelli reconoció además que si bien el resultado final la sorprendió, nunca «sufrió» la prueba.

«Leo me había dicho que no pensara en el ritmo y, como él conoce bien lo que es un maratón, tenía eso en la cabeza. Además siempre le tuve mucho respeto a la distancia. Intenté no hacerme demasiado la viva, jaja. Y llegué entera a los momentos más complicados».

-¿Qué te dijo Malgor tras el triunfo?

Después de la carrera me dijo ‘Me equivoqué’. (Risas). Pero la verdad, estaba super contento. Sumó otra corredora más a todos los maratonistas que generó. Está chocho. Y ya empezó a hablar de París 2024…

-¿Vos no estás pensando en esos Juegos Olimpicos?

Yo prefiero más ir paso a paso, año a año… Por ahora, pensar en el 2022. En noviembre voy a correr los 21 Kilómetros de Mar del Plata, si se realizan, después me tomaré un descanso y luego empezaremos a planear la próxima temporada. La idea es correr un maratón afuera o acá, pero hacerlo bien, ir a la altura y hacer una preparación bien completa, como la que quiere hacer Leo. Pero ya hablaremos más adelante… Aunque sí, el objetivo a largo plazo es París.