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Fuente: CLARIN

Debido a las limitaciones que -debido a la pandemia- todavía rigen para el ingreso de los extranjeros al país, en esta oportunidad el Maratón de Buenos Aires estuvo reservado sólo a los atletas nacionales. No obstante, y casi a último momento, un fondista boliviano consiguió cumplir con todos los requisitos (incluyendo el esquema completo de vacunación) y fue inscripto por su federación. Se llama Héctor Garibay Flores, tiene 33 años y dio la gran nota con su notable nivel en el maratón, al mismo tiempo que Florencia Borelli brillaba en el sector femenino y comienza a construir una nueva esperanza olímpica para el atletismo argentino.

          “Después de terminar mi ciclo internacional de pista, hace algunos meses, me tomé un descanso. Y mi sueño para los Juegos Olímpicos del 2024 en París es competir como maratonista. Hace pocas semanas surgió la posibilidad de correr en Buenos Aires, en un circuito que me encanta, y decidí probar. Nunca me imaginé que -prácticamente sin una preparación intensiva, específica- iba a lograr una marca así”, señaló la marplatense de 29 años, una de las principales figuras del atletismo nacional.

           Florencia Borelli ya había corrido un maratón hace casi una década, pero en forma casi recreativa (3h04m en su ciudad) y cuando recién ingresaba a la categoría mayores. Con el tiempo se iba a convertir en una de las mejores fondistas del país y uno de sus triunfos más notables se dio justamente en el 21k de Buenos Aires de 2017, cuando superó a las favoritas africanas y estableció el récord argentino, que volvió a superar el año pasado durante el Mundial de Gdynia. Florencia también brilló en las pistas, obteniendo la medalla de oro de los 5.000 metros en el Sudamericano de Lima 2017 y los récords nacionales de esa distancia y 3.000 metros. “Florencia es una dotada para el atletismo y, también, una apasionada. Ella disfruta corriendo”, afirma su entrenador, Leo Malgor. “Cuando surgió esta posibilidad de correr en Buenos Aires, ni lo dudamos. Y el resultado es un importante aliciente para preparar las próxima temporada con el Campeonato Mundial” señaló.

           Una Borelli plena de felicidad cruzó la meta en 2 horas, 32 minutos y 27 segundos, que constituye la cuarta marca del historial argentino. En esa misma meta la esperaban, para colocarle la medalla, dos de las figuras -ya retiradas y con antecedentes olímpicos- que también surgieron de Mar del Plata: María Peralta y Mariano Mastromarino.

            “Todo salió bien, de entrada, iba con buen ritmo. Y en ningún momento ‘sufrí’ el maratón, llegué entera a los momentos más complicados. Esto me da todavía mayor confianza para el futuro”, comentó.

            El boliviano Garibay, por su parte, logró la mayor victoria de un maratonista de su país en pruebas internacionales. Y más aún: directamente pulverizó el récord de Bolivia que Rodrigo Camacho mantenía desde hace casi cuatro décadas (1984 en Holanda) con 2h17m49s. Garibay ganó ampliamente el maratón de Buenos Aires con 2h.11m.58s., un registro de nivel internacional, que demuestra una vez más los beneficios de este circuito, totalmente plano y a nivel del mar. “Cuando vimos que se confirmó la realización de este Maratón, ni lo dudamos. Quería venir porque sabemos que se trata de uno de los mejores del mundo, de una gran oportunidad para conseguir buenas marcas”, señaló Garibay. Vive en Oruro y entrena a una altitud de 3.500 m. sobre el nivel del mar, lo que resulta un indudable beneficio como fondista. “En la primera parte tuvimos el viento en contra. Entre eso y que tuve que ir prácticamente solo más adelante, se me escaparon valiosos segundos. Pero, todo se compensa… hubo mucha gente alentando en las calles y me siento muy feliz por esta actuación”, señaló.  Garibay ya había participado en mayo del Sudamericano de Maratón en Asunción, obteniendo la medalla de plata con 2h22m. “Pero el circuito y el clima no eran tan buenos como en la Argentina, por eso me tenía mucha fe para esta carrera”, agregó.