Por Luis Vinker – Clarín, desde Sao Paulo
Es las 15.35 de una tarde nublada y cálida en la pista de Vila Clementina, en Sao Paulo donde se inició el Campeonato Sudamericano de Atletismo. Y acabamos de presenciar un acontecimiento histórico para este deporte en nuestra región. Por primera vez se corren los 100 metros llanos -la prueba reina- por debajo de los 10 segundos. ¡y cómo!
¿ Ha surgido el nuevo Usain Bolt, como vienen pronosticando desde que asombrara en las carreras de EE.UU. hace pocas semanas?
Lo cierto es que la posibilidad de que cayera el ya legendario récord de 10s00 del brasileño Robson Caetano da Silva establecido el 22 de julio de 1988 en México se venía palpitando en las últimas semanas. Por la progresión de los jòvenes brasileños y porque Surinam decidió gestionarle el pasaporte al nuevo fenómeno Assinga: hijo de un ex atleta olímpico de ese pequeño país (Tommy Assinga) y de una velocista olímpica de Zambia, Issamade nació hace 19 años en Texas. Y decidió representar a Surinam…
A nuestro lado en la tribuna palpitaba esa final el recordman argentino, Franco Florio. Y con un dejo de bronca: fue cuarto en la primera semifinal y por apenas dos milésimas no accedió a la final… Esa semi fue para el brasileño Erik Felipe Barbosa Cardoso con 10s08.
En la segunda asomó el huracán Assinga con 10.03, barriendo con el récord de campeonato que otro brasileño, Andre da Silva, mantenía con 10s06 desde 1999. Paulo André Camilo de Oliveira, el mas popular de los sprinters locales tras su participación en un reality televisivo de O Globo, avanzó a la final con 10s07.
Y esa definición fue sencillamente impresionante. El juvenil colombiano Ronald Longa dominó en el arranque, hasta los 40 metros. Pero Assinga, avanzando por el carril central, fue imparable. Detuvo los cronómetros en 9 segundos y 89 centésimas, en una carrera impulsada por una brisa favorable y reglamentaria de 0.8 metros por segundo.
Apenas el cartel electrónico difundió todas las marcas estallaron los gritos. De protagonistas y espectadores. Asombro y euforia.
La marca de Assinga es el nuevo récord mundial juvenil (mejorando los 9.91 de Letslise Tebogo, de Botswana) y sudamericano absoluto. El segundo lugar fue para Erik Felipe Barbosa Cardoso con 9s97, nuevo récord de Brasil. Y tampoco el jovencísimo Longa podía creer lo suyo: 9s99. Paulo André Camilo de Oliveira, cuarto con 10s03.
Hasta allí se acercaba el gran Robson, medallista olímpico de 200 en Seúl 1988, para felicitar a sus sucesores. A los que esperó por mas de tres décadas…
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