Seleccionar página

).- El presidente de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), Sebastian Coe dijo en el evento de clausura del Mundial de Atletismo de Budapest que el evento fue especial por su éxito, por el público y por haberse organizado a 40 años después del primero.
«Este es un año especial para nosotros. Hace 40 años que se organizó el primer mundial de atletismo», recordó el presidente de la federación.
Coe aseguró que World Athletics ha encontrado en Budapest un perfecto anfitrión, donde se celebró un mundial en el que el público casi llenó las gradas todos los días, creando un ambiente «impresionante».
«Todos los que ganaron medallas se han conmovido por este ambiente», enfatizó el presidente, que saludó al próximo anfitrión, Tokio, entregándole el relevo.
En el evento entraron en el estadio los deportistas y sus entrenadores, los organizadores y los voluntarios, llenando la cancha.
El presidente del campeonato húngaro, Balázs Németh opinó que el Mundial de Budapest será muy recordado.
«Esta fue la semana que más recordaremos», dijo Németh, agregando que espera que el público esté de acuerdo que «este fue un Mundial muy especial».
«Este es el fin de un cuento de hadas, saludos a Tokio», exclamó Németh.
En el Mundial de Budapest participaron más de 2.000 atletas de 195 países y se vendieron 400.000 entradas en 120 países del mundo.

La Argentina concurrió con diez atletas, varios de ellos debutantes y sobresalió Diego Lacamoire -reciente campeón sudamericano- quien consiguió su mejor marca personal en los 1.500 metros llanos. También Elián Larregina en los 400 metros estuvo cerca de su mejor producción. En la última jornada, el recordman nacional de maratón Joaquín Arbe hizo su debut mundialista pero tuvo que abandonar hacia el 32 km, en un ambiente de intenso calor.

En la última jornada brillaron astros como el noruego Jakob Ingebrigtsen y la neerlandesa Femke Bol, que acelerando en los últimos metros consiguieron ‘in extremis’ sendos oros.
     Ingebrigtsen lo logró en los 5.000 metros, revalidando su corona y adelantando casi sobre la línea al español Mohamed Katir. En el caso de Bol, ya campeona el jueves en 400 metros vallas, fue en el 4×400 metros, donde su ritmo infernal le permitió superar a la última relevista jamaquina.
     Ingebrigtsen tenía ganas de revancha. En los 1.500 metros solo había podido ser plata, superado entonces por sorpresa por el británico Josh Kerr. Le había pasado lo mismo que hace un año en el Mundial de  Eugene-2022, donde también fue subcampeón con un sabor amargo.
Como entonces, pudo festejar el oro en los 5.000 metros, para irse del evento con una sonrisa.
«Irme con otro título mundial es algo estupendo, pero estoy agotado. Este título significa mucho para mí después de perder de nuevo en los 1.500 metros. No estuve ahí en mi mejor nivel», comentó Ingebrigtsen tras su éxito de este domingo.
      Esta vez paró el crono en 13 minutos, 11 segundos y 30 centésimas, mientras que Katir acabó a 14 centésimas, con 13:11.44.
      El bronce fue para el keniano Jacob Krop (13:12.28), que dejó sin podio al guatemalteco Luis Grijalva (13:12.50), que repitió el cuarto puesto del año pasado en el Mundial de Eugene (Estados Unidos).
      Es de nuevo la mejor posición de Guatemala en un Mundial de atletismo, pero las medallas se le siguen resistiendo en esta competición al país centroamericano.
      Katir sumó su segunda medalla mundial, tras el bronce del año pasado en 1.500 metros, y dio a España su quinta medalla en Budapest, después de los cuatro oros de la marcha.

      El último recuerdo que quedará de este Mundial será Bol dándolo todo para superar a la jamaicana Stacey Ann Williams y dar a Países Bajos el oro del relevo 4×400 metros.
«Sentía que tenía que terminar tan rápido como pudiera. En los últimos metros me repetía a mí misma que tenía que conseguirlo, que tenía que conseguirlo», afirmó la estrella neerlandesa.
Bol cierra el Mundial con dos oros. Triunfó también en los 400 metros vallas, entonces con gran autoridad. Se desquitó así de su caída en el primer día de la competición en el relevo mixto 4×400 metros, cuando su país peleaba igualmente por el título.
     En el relevo 4×400 metros masculino el campeón fue Estados Unidos, que el sábado había hecho ya doblete de oros en el relevo 4×100 metros.
E n el resto de finales del último día, Ucrania festejó su único título con el éxito de Yaroslava Mahuchikh en el salto alto.
      Los otros oros del domingo fueron para el ugandés Victor Kiplangat (maratón), el indio Neeraj Chopra (lanzamiento de jabalina), la keniana Mary Moraa (800 metros) y la bareiní Winfred Mutile Yavi (3.000 metros obstáculos), esa última con el quinto mejor crono de la historia (8:54.29).

     Como era previsible, Estados Unidos fue el gran dominador del medallero del Mundial de Budapest, donde el último título que sumó fue el de los relevos 4×400 metros masculino.
Elevó así su balance final a 29 medallas, 12 de ellas de oro. Tres de las doradas tuvieron a Noah Lyles implicado, ya que el velocista de Florida se coronó en los 100, 200 y 4×100 metros.
En el Mundial de Eugene del año pasado, los estadounidenses habían logrado 13 títulos y un total de 33 metales.
Segundo del medallero fue Canadá (seis medallas, cuatro de oro y dos platas), mientras que el tercer lugar fue para España (cinco medallas, cuatro de oro por la marcha y una de plata, la lograda por Katir este domingo).

The post Telón para el Mundial, Tokio espera en 2025 first appeared on CADA.